A mi León

Hoy hace 29 años me casé contigo Leon W. Hernandez Burchfield. Si que ha sido una aventura extraordinaria que cada día atesoro más. En estas palabras quiero reconocer lo que significas para mi.

León, hoy quiero honrarte con este pequeño gesto de mi amor y respeto. 

Te amo 

 Te honro porque cuando la angustia me arrebata
siempre estás allí para calmar mi alma.
Calladito, calladito, me susurras al oído con tus actos:
"Todo va a estar bien, confía." Y entonces mi corazón se tranquiliza y comienza a caminar de nuevo.









Gracias porque siempre me has escogido a mi y a nadie mas para  ser tu consuelo y tu apoyo. Me encanta ser tu mejor amiga y me siento muy privilegiada cuando puedo abrazarte y consolarte.











Te admiro porque un día nos pusimos de acuerdo de caminar juntos como iguales, respetando nuestras fortalezas y nuestras debilidades, empujándonos a ser mejores y a hacer resaltar lo bueno de cada uno. Nunca me has hecho sentir menos, nunca has ejercido tu poder
sobre mi, y siempre me he sentido valorada a tu lado.














Te admiro porque has sido un padre excepcional. Entregado, sacrificado y comprometido. Nuestros hijos pueden sentirse orgullosos de seguir tus pasos.
No pude haber tenido mayor regalo que el que fueras el padre de mis hijos.






Aunque no siempre ha sido paz entre nosotros, hemos aprendido a pelear bien, con propósito y aprendiendo a ser mejores al final de la furia. Nos hemos aguantado los berrinches, las lagrimas y las desesperaciones. Cada día son menos, pero más efectivos.

Te amo porque siempre has estado dispuesto a emprender conmigo. Juntos hemos caminado cada paso de nuestra vida. Trabajando juntos, soñando juntos, sudando y llorando juntos. Lo que hemos logrado, poco o mucho, lo hemos hecho juntos cogidos de la mano de Dios. No se estar sin ti, y eso me encanta.   

Te toco ser quien controla mi pasión, mi impulsividad y mi energía. No se en donde estuviera si no me hubieras detenido, pero nunca con el afán de frenarme ni disuadirme de mi llamado y mi propósito en la vida. Sólo esto, te ha marcado como un gran hombre, que nunca se ha exaltado a si mismo por sentirse más. 

Gracias por ser mi fiel amante. En tus brazos encontré la dicha y el amor, Y no hay cosa que me encante más en la vida que pasar tiempo contigo disfrutando del amor que Dios nos ha dado. Gracias porque aunque el físico ha ido cambiando, puedes ver mas allá adentro a esa jovencita que tanto te amo y te sigue amando.







Gracias porque siempre me proteges de aquellos que pretenden dañarme. Sales a mi defensa y no dejas que me hieran. Cerca de ti, me siento segura y protegida.








Me encanta pensar que hoy vemos juntos hacia el futuro, seguros de que un día decidimos que esto sería hasta que la muerte nos separe.
Nos espera un futuro emocionante, desafiante y complicado - porque así es cuando decides caminar sirviendo a Jesús, obediente a Su llamado y dando pasos de fe sin poder ver con los ojos como será el resultado. Pero no vamos a ciegas, vamos creyendo que lo que el prometió, lo hará y que la victoria ya fue ganada en la cruz.

Gracias porque camino hacia adelante sabiendo que vas cuidando mi espalda, segura de que el llamado es nuestro y de que Dios te ha puesto en mi vida como un escudo que no puede ser penetrado. Se que falta mucho más y no puedo más que agradecer a Dios que lo que sigue, lo camino con mi fiel amigo.

Te amo. Feliz 29 y muchos más!

Rita